Partido duro para el Barça de Ernesto Valverde sin Messi, tal vez ese jugador que le salva los partidos a extremeño, y sin el que han quedado demostradas dos cosas: El Athletic en San Mamés es un equipo admirable que se deja el sudor en la cancha, y que el Barça aún no ha olvidado Anfield.

Por poner un ejemplo, a Jordi Alba le ha pesado tanto física, como mentalmente la temporada pasada, pero no es ni mucho menos el único. ¿Qué hace Sergi Roberto como titular en la medular, después de pasar tanto tiempo en la banda derecha?, ¿Por qué no jugaron Arthur ni Arturo Vidal, que son excelentes para este tipo de partidos?, ¿Por qué el Barça juega como equipo de media tabla?. Ante la existencia de preguntas que los aficionados no pueden responder por si solos, existe un único responsable dentro de todo esto: Ernesto Valverde.

Primeramente, no estamos viendo un Barça creativo, ni rápido, ni fluido. En la primera parte del encuentro parecía incluso que el equipo estaba en un partido de pretemporada, e hasta podríamos decir que contra el Nápoles, se le veía con más ganas. La primera parte del Barça en San Mamés fue de lo más  tediosa. Los jugadores del culés tardaban mucho tanto en los saques de falta, como de banda, y daban la sensación de no querer arriesgar de ningún modo.

Bien podemos hablar de un pésimo partido por parte de todos. Semedo, Jordi Alba, Dembélé, Piqué, Aleñá, y hasta el mismo Luís Suárez han estado mal. Pero no es nada justo culpar a los jugadores, siendo los aficionados, quienes tratamos de justificar fichajes de más de 100 millones para complacer ese deseo de tener jugadores mediáticos. Eso no va a servir de nada si primero no le hacemos una crítica total a Valverde, que según mi opinión, lo está haciendo todo mal.

Ya la temporada pasada se le acusaba de tener baja presión, de dejar que el “club de amigos” mande, de que mataba a Messi, y de mil cosas más. Este inicio de campaña debía servir para demostrar que nuestro entrenador tiene las ideas más claras, que entiende al Barça, y que como dijo Frenkie De Jong: “Debemos jugar bien, como Johan Cruyff”. Pero no es así,; los jugadores se contagian y se acostumbran a su modalidad de juego, y es entonces cuando viene un equipo como el Athletic (que te va a presionar como un demonio estando en su cancha, algo muy similar a lo que pasó en Anfield, pero sin esa calidad que tienen los ingleses), pues es normal que sus jugadores no entiendan nada y que se sientan muy incómodos sobre el césped.

Además de todo eso, Valverde manda a la guerra a la delantera azulgrana, así como a Aleñá y a Sergi Roberto en el centro del campo, y deja a Frenkie como contención. Una decisión muy poco favorable, ya que prácticamente le quitas creatividad a tu mediocampo, y sin medio campo, la delantera se vuelve inútil. Hay que hacer hincapié en esto último, pues aunque llegase Neymar y se juntase con Luis Suárez y Messi, creo que va a ocurrir lo mismo. Es algo que ya vimos en la última temporada de Luis Enrique, pelotazos al tridente y esperar a  ver qué pueden hacer. Entonces vino la Juve y nos frenó en seco…

De vuelta al partido, la defensa estaba dormida, salvando cuando el Athletic Club no presionaba. Sólo entonces era cuando el Barça podía tener el control, y aún así, no lograba sacar ningún provecho de sus acciones. Si el equipo local presionaba, Semedo Jordi Alba y Piqué perdían mucho tiempo, o perdían la pelota, y entonces se venían las decisiones erróneas.

En fin. También debemos entender que es inicio de temporada, que debemos esperar como mínimo 10 partidos para poder sacrificar a algunos jugadores, y que a pesar de los errores de Aleñá, ha sido de los mejores de la noche. Que aunque Semedo no estuvo bien, sabemos que es un fenómeno; a pesar de que Dembélé sigue fallando, cuando explote y tenga confianza, será de los mejores; incluso a pesar de que Jordi Alba esté bastante mal, es uno de los mejores laterales del mundo.

Nosotros, como culés, debemos apoyar al equipo en las buenas y en las malas, aunque podemos pedir que pongan más sangre en los partidos, o incluso reclamar la salida de Valverde.

Y todavía más aún, debemos entender que ni fichando diez delanteros de élite, salvaríamos un equipo sin identidad, eso es cosa lógica, porque cuando no tienes a un técnico de calidad, y aun jugando bien, no salen bien las cosas, es cuando puedes exigir jugadores, de la más alta calidad, que sepan adaptarse a la filosofía del club.

Pese a todo, Visca el Barça y hasta el próximo partido, esperemos con mejores decisiones.

Austin Wences

Colaborador

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